
El síndrome de Horner en perros es una condición neurológica que ocurre cuando hay una interrupción en la vía simpática que controla ciertas funciones del ojo y la cara. Esta patología es fácilmente identificable por algunos de sus síntomas más comunes, como la caída del párpado superior, contracción anormal de la pupila y hundimiento del globo ocular.
Aunque no siempre representa una emergencia, su aparición repentina puede ser alarmante para los dueños de mascotas. Un diagnóstico adecuado, basado en el historial clínico y pruebas neurológicas, es fundamental para determinar la causa subyacente y establecer un tratamiento adecuado.
¿Qué es el síndrome de Horner? ¿Cuáles son sus causas y síntomas más comunes? ¿Puede ser grave para nuestra mascota? En este artículo, el equipo de SURvet aportaremos información para aclarar estas dudas. Además, hablaremos de la prevención y de la importancia de la atención veterinaria temprana para llevar a cabo un diagnóstico y pautar el tratamiento adecuado.
Contenidos
- 1 ¿Qué es el Síndrome de Horner en perros? ¿Es grave? ¿Resulta doloroso?
- 2 Síntomas del Síndrome de Horner en perros
- 3 Causas. Afecciones más comunes asociadas
- 4 Diagnóstico del Síndrome de Horner en perros
- 5 Tratamiento del Síndrome de Horner en perros
- 6 Recomendaciones para el cuidado del perro afectado
- 7 El síndrome de Horner en gatos
¿Qué es el Síndrome de Horner en perros? ¿Es grave? ¿Resulta doloroso?
El síndrome de Horner en perros es un trastorno neurológico que afecta el sistema nervioso autónomo, específicamente la inervación simpática del ojo y sus estructuras asociadas.
El síndrome de Horner no es una enfermedad en sí misma, sino un signo de que existe un problema subyacente que afecta el sistema nervioso simpático -una de las divisiones del sistema nervioso autónomo-, el cual regula de forma involuntaria numerosas acciones, entre ellas la contracción de los músculos lisos.
En lo que se refiere a su gravedad, el síndrome de Horner en sí mismo no es peligroso, pero puede ser un indicador de un problema subyacente más serio como infecciones, lesiones neurológicas o tumores, como hemos señalado anteriormente. Por esta razón, es importante acudir al veterinario para identificar la causa y determinar si requiere tratamiento específico.
Aunque estos signos pueden ser alarmantes para los dueños, la mayoría de los perros no presentan dolor ni molestias significativas. Sin embargo, si la causa subyacente es una infección del oído, un traumatismo o una inflamación nerviosa, el perro podría experimentar molestias o sensibilidad en la zona afectada.
El síndrome de Horner en perros puede presentarse a cualquier edad, aunque es más común en perros adultos o mayores. No es exclusivo de una etapa de la vida, ya que sus causas pueden ser variadas, como veremos más adelante.
Síntomas del Síndrome de Horner en perros
Este síndrome puede provocar diferentes síntomas, dependiendo de las causas que provoquen su aparición. Esta alteración provoca un conjunto de signos clínicos característicos, que incluyen:
- Ptosis: caída del párpado superior.
- Miosis: contracción anormal de la pupila.
- Enoftalmos: hundimiento del globo ocular en la órbita.
- Protrusión de la membrana nictitante -el tercer párpado-.
Estos signos pueden aparecer de forma repentina o progresiva, y generalmente afectan solo un lado de la cara.
Causas. Afecciones más comunes asociadas
El Síndrome de Horner puede estar causado por traumatismos, inflamaciones, infecciones, tumores, enfermedades inflamatorias que afectan la vía simpática ocular o incluso por problemas idiopáticos -que significa sin causa aparente-.
¿A qué se puede asociar el Síndrome de Horner en perros?
Enfermedades neurológicas
- Mielopatía cervical: lesiones en la médula espinal cervical pueden afectar la vía simpática.
- Neoplasias: tumores en el cerebro, en la médula espinal, el plexo braquial o región torácica pueden también comprimir los nervios simpáticos.
- Polineuropatías: enfermedades que afectan múltiples nervios periféricos.
Traumatismos y lesiones
- Golpes en la cabeza o cuello: pueden dañar las fibras nerviosas simpáticas.
- Cirugías en la cabeza, cuello o tórax: ciertos procedimientos pueden afectar a los nervios cercanos.
- Lesiones en el plexo braquial: traumatismos en esta red nerviosa, ubicada en la axila, pueden desencadenar el síndrome.
Enfermedades inflamatorias e infecciosas
- Otitis media e interna: la inflamación del oído medio o interno puede afectar los nervios simpáticos cercanos.
- Meningoencefalitis: infecciones o inflamaciones en el cerebro pueden, asimismo, afectar las vías simpáticas.
Enfermedades del oído y ojo
- Abscesos o infecciones en el oído: pueden comprometer el nervio simpático a nivel del oído medio.
- Glaucoma: aunque el glaucoma no causa directamente el síndrome de Horner, pueden coexistir si hay daño en estructuras nerviosas cercanas.
Causas idiopáticas
En algunos casos, no se encuentra una causa específica del síndrome de Horner. Se denomina Horner idiopático y suele resolverse por sí solo con el tiempo. Sin embargo, es necesario recordar que, ante cualquier síntoma -aunque no se asocie a ningún traumatismo o problema- es necesario acudir al veterinario.
Fuente: @JoelMills – Wikimedia
Diagnóstico del Síndrome de Horner en perros
El diagnóstico de esta patología se basa en la observación de los signos clínicos y en la identificación de la causa subyacente. Para ello, el veterinario realizará una serie de pruebas que pueden incluir:
- Examen físico y neurológico: el veterinario evaluará la apariencia del ojo y la respuesta pupilar, así como posibles anomalías en la cabeza, cuello y extremidades. También revisará si hay signos de infecciones en el oído o lesiones en la columna cervical.
- Prueba de fenilefrina: se usa un dilatador pupilar para determinar la localización de la lesión en la vía simpática. Dependiendo del tiempo de respuesta de la pupila, se puede diferenciar entre una lesión en la primera, segunda o tercera neurona del sistema simpático.
- Pruebas de imagen: si se sospecha una causa subyacente grave, pueden ser necesarias pruebas como radiografías de tórax y columna cervical para descartar tumores o traumatismos. Resonancia magnética (RM) o tomografía computarizada (TC) para evaluar posibles lesiones en el cerebro, médula espinal o plexo braquial.
- Análisis complementarios: se realizarán citologías o cultivos si se sospecha una infección del oído medio o interno.
- Análisis de sangre: estas analíticas permitirán descartar infecciones sistémicas o enfermedades inflamatorias.
El diagnóstico preciso es clave para determinar si el síndrome de Horner es idiopático -sin causa aparente- o si está relacionado con una enfermedad que requiere tratamiento específico.
Tratamiento del Síndrome de Horner en perros
El tratamiento del síndrome de Horner en perros depende de la causa subyacente. En muchos casos, especialmente en los idiopáticos, la condición puede resolverse, como hemos explicado anteriormente, por sí sola en un período de semanas o meses sin necesidad de tratamiento específico.
Sin embargo, si se detecta una enfermedad subyacente, es fundamental tratarla a tiempo y adecuadamente. Después del diagnóstico, será el veterinario quien determinará el tipo de tratamiento adecuado. El éxito de dicho tratamiento dependerá de su manejo temprano y apropiado. Por lo tanto, ante cualquier signo de síndrome de Horner en un perro, es recomendable acudir al veterinario sin perder tiempo para llevar a cabo un diagnóstico preciso y poder iniciar el tratamiento más oportuno.
Recomendaciones para el cuidado del perro afectado
Si su perro ha sido diagnosticado con síndrome de Horner, es importante brindarle los cuidados adecuados mientras se recupera.
Algunas recomendaciones para su cuidado son:
- Seguir el tratamiento indicado por el veterinario y asistir a las revisiones médicas recomendadas.
- Mantener un ambiente seguro y cómodo. Dado que la visión del perro puede verse afectada por la pupila contraída, deberemos evitar cambios bruscos de iluminación. Si muestra desorientación, colocaremos obstáculos suaves para evitar golpes.
- Evitaremos que el perro se rasque o frote el ojo afectado para prevenir lesiones adicionales.
- Estaremos atentos a signos de mejoría o empeoramiento. Si hubiese agravamiento de los síntomas, como mayor hundimiento del ojo, cambios en el tamaño de la pupila o signos de dolor, se debe acudir lo antes posible al veterinario.
- Evitar la automedicación. No se deben usar medicamentos sin supervisión veterinaria, ya que algunos fármacos pueden ser contraproducentes o empeorar la condición.
- Controlar las enfermedades subyacentes, según indicaciones del profesional veterinario.
La prevención es la mejor forma de evitar las enfermedades que este síndrome puede provocar. Por lo tanto, debemos tener presente la importancia de consultar con el veterinario ante cualquier síntoma sospechoso o comportamiento extraño de nuestra mascota.
El síndrome de Horner en gatos
El síndrome de Horner en gatos, al igual que en perros, es un trastorno neurológico que afecta los nervios simpáticos del ojo y la cara, causando caída del párpado (ptosis), pupila contraída (miosis), ojo hundido (enoftalmos) y tercer párpado visible.
Fuente: @Blumoon531 – Wikimedia
Diferencias con el síndrome de Horner en perros
- En gatos, la causa idiopática (desconocida) es menos frecuente que en perros.
- En gatos, suele estar asociado a traumatismos, infecciones del oído medio o tumores en el cuello.
- La recuperación espontánea en gatos es menos común que en perros, por lo que es más importante buscar una causa subyacente.
Diagnóstico y tratamiento
Se diagnostica con examen clínico y pruebas farmacológicas. El tratamiento depende de la causa: si es infecciosa, se usan antibióticos; si hay un tumor, puede requerir cirugía. En algunos casos, el síndrome se resuelve por sí solo.
Dado que en gatos suele estar relacionado con enfermedades más graves, es fundamental una revisión veterinaria detallada.
En la mayoría de los casos, con un adecuado seguimiento veterinario y los cuidados apropiados, los perros con síndrome de Horner pueden llevar una vida normal y recuperarse por completo. Aun así, es muy importante señalar que el diagnóstico adecuado mediante exámenes neurológicos y pruebas oftalmológicas son clave para determinar la causa subyacente y establecer un tratamiento adecuado.
Si sospecha que su perro puede estar sufriendo un episodio de Síndrome de Horner, en SURvet ponemos a su disposición atención veterinaria 24 horas, gracias a un equipo que le atenderá todos los días del año en horario de urgencia. Puede contactar con nuestro centro a través del teléfono +34 934 594 500.
Publicar un comentario