Cualquier procedimiento anestésico o quirúrgico conlleva para el paciente un riesgo que se ve incrementado en caso de enfermedad o lesión. Esto hace que sea necesario tomar precauciones antes y después de la anestesia.
Pacientes prequirúrgicos (Antes de la cirugía)
- Los propietarios deben firmar el consentimiento de anestesia por escrito antes del procedimiento quirúrgico y, en caso de existir alguna duda, preguntar al personal del centro.
- Es importante mantener al animal en ayunas de sólidos durante 12 horas (exceptuando la medicación) para evitar vómitos durante la anestesia. No es necesario retirar el agua antes del ingreso.
- Es necesario que el paciente llegue al centro limpio y ordenado.
- Es aconsejable que el animal defeque y orine antes de la cirugía.
- No olvide comunicar al Equipo médico toda la información referente a cualquier proceso que pueda ser relevante para la cirugía, sobre todo si el paciente ha sufrido convulsiones en algún momento.
Pacientes postquirúrgicos (Después de la cirugía)
Después de cualquier cirugía o anestesia, los pacientes deben permanecer hospitalizados, bajo observación, un mínimo de 24 horas. Durante las primeras 24-72 horas, dependiendo del tipo de cirugía realizada y de las condiciones de salud del paciente, es cuando más riesgo existe de que aparezcan complicaciones postquirúrgicas.
- Se debe controlar la recuperación de las constantes vitales (ritmo y frecuencia cardiaca, respiración, pulsos, presión arterial …), la aparición de posibles vómitos, el dolor, etc.
- Algunos tipos de cirugías, como las del aparato digestivo, requieren una reintroducción progresiva del alimento; otros, dada su gravedad, requieren cuidados intensivos inmediatas después de la intervención, por lo que es necesario que el paciente permanezca hospitalizado.
- Cualquier anestesia crea una hipotensión (presión arterial baja). Esta debe ser monitoreada y tratada -durante la intervención y también durante las horas siguientes- con fluidos (suero / suero, gota a gota) endovenososper evitar problemas en un futuro derivados de ésta.
Los pacientes postquirúrgicos deben estar también vigilados para evitar posturas incorrectas que, en ocasiones, adoptan cuando se encuentran bajo los efectos de la anestesia y no son capaces de corregir por sí mismos.
La monitorización hospitalaria postquirúrgica permite detectar los problemas que puedan producirse durante las horas posteriores a la intervención y actuar de manera inmediata para resolverlos.