Al igual que los humanos, los gatos pueden padecer enfermedades relacionadas con el sedentarismo, la falta de ejercicio y la alimentación. La diabetes felina (Diabetes Mellitus) es una enfermedad seria y que se da más frecuentemente de lo que podemos suponer a priori.
Es una patología multifactorial, que guarda relación con la genética del animal y que afecta a gatos de todas las edades, aunque afecta más a gatos con sobrepeso, a los mayores de 6 años y a gatos machos.
En este artículo, el equipo de SURvet le hablaremos de los gatos diabéticos, las causas por las que se produce la diabetes felina y los métodos para tratarla, en función de su tipología.
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¿En qué consiste la diabetes en gatos?
Como en el caso del ser humano, existen 2 tipologías de Diabetes de azúcar o Diabetes mellitus.
- Diabetes Tipo 1 (insulino-dependiente). De tipo autoinmune, está causada por un funcionamiento incorrecto del páncreas, que es el órgano que produce la insulina que regula la glucosa que ‘viaja’ a través de la sangre y evita que los niveles de esta se eleven.
- Diabetes Tipo 2 (insulino no-dependiente). Es la que más predomina entre los gatos. Las células del organismo del felino desarrollan una resistencia a la insulina corporal.
Cuando se produce una incidencia en la metabolización el azúcar, el páncreas actúa equilibrando la carencia y aumentando la producción de insulina, desestabilizando el metabolismo y desencadenando en un nivel anormal de glucemia.
Tanto en el tipo 1 como en el tipo 2, la presencia de exceso de glucosa en sangre resultará perjudicial para el gato: las células nerviosas, oculares y del riñón son las únicas que metabolizan la glucosa sin la intervención de insulina. En consecuencia, serán las primeras en mostrar alternaciones.
¿Cómo saber si mi gato es diabético? ¿Cuáles son los síntomas?
Si nuestro gato es diabético, en función de la gravedad y del tiempo de evolución de la enfermedad, podremos observar síntomas leves (alteraciones en el pelaje, pérdida de peso…) hasta cuadros clínicos más graves.
Algunos de los síntomas que deben ponernos alerta ante una posible diabetes felina son:
- Pérdida de peso acompañada de Polifagia (es decir, ingestión de cantidades excesivas de alimento).
- Alteraciones en el pelaje del animal: el pelo se vuelve más áspero.
- Mal aliento.
- Poliuria (emisión de un volumen de orina superior al habitual). Eso se traduce en visitas más frecuentes al arenero.
- Polidipsia (aumento anormal de la sed y de la cantidad de agua ingerida). De aquí que sea importante, si es viable, controlar la cantidad de agua que nuestro gato bebe habitualmente.
- Neuropatía diabética, es decir, la presencia de signos de disfunción nerviosa.
- Infección urinaria, Hematuria.
- Esteatosis hepática, conocida como “hígado graso”. También puede ir acompañada de Hepatomegalia, es decir, agrandamiento del hígado.
- Falta de apetito, debilidad, deshidratación, vómitos, náuseas e incluso, en cuadros graves, se puede producir el coma.
Es necesario tener en cuenta que la aparición de Poliuria/Polidipsia no están siempre relacionados con la diabetes mellitus. En nuestros artículos hemos hablado con anterioridad de otras patologías que también presentan, entre otros, dichos síntomas.
Ante cualquier sospecha de que nuestro gato sufre diabetes debemos acudir al veterinario que, además de una exploración física, realizará una medición del nivel de azúcar en sangre mediante una analítica y realizará pruebas de orina.
En un gato sano, el nivel de azúcar estará entre 65-155 mg/dl o 3,6-8,6 mmol/l. Sospecharemos de una diabetes felina cuando el nivel de glucemia se eleve por encima de los 280 mg/dl o de 12 mmol/l, y se confirmará el diagnóstico detectando glucosuria (glucosa en orina) mediante una tira de orina o realizando una valoración de fructosamina (un tipo de proteína) en sangre.
¿Cuál es el tratamiento para la diabetes felina?
El tratamiento para la enfermedad de la Diabetes felina depende de si ésta es del Tipo 1 o del Tipo 2.
La primera solo se trata con administración de insulina, es decir, midiendo con regularidad el nivel de glucemia para pautar una dosis “adicional” de insulina administrada que permita que nuestro gato disponga de suficiente insulina en el organismo.
La diabetes de tipo 2 se puede tratar modificando los hábitos (ejercicio y alimentación) de nuestro gato. En ocasiones es necesario combinar estos cambios con la administración puntual y controlada -y evidentemente realizada por un veterinario- de insulina.
Comida para gatos diabéticos
Los piensos específicos formulados para gatos diabéticos ayudan a regular el nivel de azúcar en la sangre. Será recomendable administrar la alimentación en pequeñas cantidades -varias tomas al día- para evitar desequilibrios en el nivel de glucemia en el organismo de nuestro gato. De esta forma también evitamos los problemas derivados de la Polifagia.
Las dietas específicas para combatir la diabetes lo hacen a través de una restricción energética del 20 al 30%, son bajas en carbohidratos, altas en proteínas y bajas en grasas. Contienen todos los nutrientes que nuestro gato necesita y son ricas en fibras naturales.
¿Cuál es la esperanza de vida en un gato diabético?
Una de las preguntas más habituales cuando se tiene un gato diabético es cuántos años puede vivir con esta enfermedad. A pesar de que, al igual que otras enfermedades, la diabetes en los gatos reduce la esperanza de vida, un gato diabético al que se le detecte la enfermedad de forma temprana y reciba el tratamiento adecuado podrá vivir muchos años.
Gracias a controles veterinarios periódicos, la dosis de medicación/insulina adecuada, una dieta que le mantenga en un peso correcto y unos niveles correctos de niveles en sangre, un gato diabético debería tener la misma esperanza de vida que un gato de la misma edad.
¿Cómo se previene la Diabetes en los gatos?
La mejor manera de prevenir la aparición de diabetes en nuestro gato es favorecer su buena condición corporal y evitar el sobrepeso.
La diabetes no es una enfermedad fatal si es detectada a tiempo, pero puede acortar la vida de nuestro gato y, sobre todo, empeorar su calidad de vida. Al igual que en otras patologías de las que hemos hablado con anterioridad, un diagnóstico certero y precoz puede cambiar la vida de nuestro perro o gato. Lamentablemente, ante esta patología, siempre se pueden producir recaídas (seguramente debido a la pérdida de células beta del páncreas y/o a una resistencia a la insulina). Por eso es imprescindible un control y seguimiento veterinario 🙂
En SURvet contamos con un equipo de veterinarios que, en caso que usted observe síntomas relacionados con la diabetes en su gato, le atenderá rápidamente. Puede contactar con nuestro equipo médico a través del teléfono +34 934 594 500.