
La desparasitación interna y externa de nuestros animales domésticos es importante; además de por motivos higiénicos por razones de salud. Y es que los parásitos, como por ejemplo las garrapatas, son transmisores de enfermedades. En este artículo, el equipo de SURvet, queremos hablarle de distintas enfermedades que pueden transmitir estos parásitos y de su gravedad.
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¿Qué son las garrapatas?
Las garrapatas son parásitos que se alimentan de la sangre de nuestros animales domésticos, sobre todo perros, aunque atacan a mamíferos como gatos y seres humanos. Las garrapatas son vectores de enfermedades infecciosas, transmisoras de tifus o enfermedad de Lyme. Tienen ocho patas que usan para fijarse A la piel del animal al que parasitan, perforan la primera capa de piel y succionan la sangre. Durante el tiempo en que la garrapata permanece fijada a la piel del animal alimentándose de este es cuando se produce la transmisión de la enfermedad.
Otros parásitos como mosquitos, piojos y pulgas también se alimentan de sangre, afectan a nuestras mascotas y son transmisoras de patologías.
¿Qué enfermedades pueden transmitir las garrapatas a los perros?
Estas son algunas de las enfermedades que estos parásitos pueden transmitir a nuestros perros y gatos:
- Anaplasmosis.
- Babesiosis.
- Erliquiosis o ehrlichiosis.
- Hepatozoonosis.
- Enfermedad de Lyme.
- Fiebre maculosa de las Montañas Rocosas.
A continuación definiremos brevemente en qué consiste cada una de estas patologías.
Anaplasmosis
La anaplasmosis canina es una enfermedad transmitida por garrapatas del género Anaplasma platys o A. phagocytophilum. También puede afectar a los humanos. En muchos casos es una enfermedad asintomática, es decir, los animales que la sufren no manifiestan signos clínicos. En caso que estos existan, los más habituales son fiebre, letargo, falta de apetito, diarrea…
En caso de que un paciente resulte positivo en Anaplasmosis, el tratamiento más indicado será de tipo antibiótico.
Babesiosis (o Babesiasis)
Es una enfermedad parasitaria similar a la malaria provocada por protozoos del género Babesia gibsoni y Babesia canis y que suele afectar a los animales domésticos, en especial a los perros. Al igual que en el caso de la Anaplasmosis, la infección con parásitos de la babesia puede ser asintomática o causar enfermedades leve no específicas.
La babesiosis, en el gato, es mucho menos frecuente.
En caso de presentarse síntomas, los que existirán con más frecuencia son anemia hemolítica, hematuria, depresión, mucosas pálidas, anorexia, vómitos, debilidad, ictericia, linfadenopatía y edema perioorbital.
En casos parasitación grave en animales muy jóvenes, en función de la gravedad del caso clínico, la Babesia puede llegar a originar la muerte del animal.
En función del cuadro clínico del paciente, el tratamiento deberá basarse en fármacos antiprotozoarios, que se complementarán con el uso de antibióticos. En casos de gravedad será necesaria la administración de hemoderivados o transfusiones de sangre para evitar los problemas derivados por hipoxia (deficiencia de oxígeno en la sangre).
Erliquiosis canina (Ehrlichiosis o Erliquia canina)
Esta enfermedad que también transmiten las garrapatas y que afecta a los perros (pero que también puede contagiar a los humanos) es causada por una bacteria (Rickettsia) llamada Ehrlichia canis. Afecta al sistema inmunitario de los perros, produce cuadros de anemia (más o menos leve, en función del grado) y afecta a la médula ósea.
Estos son algunos de los signos que pueden manifestar los pacientes que sufren Erliquiosis:
- Cambios en el estado de ánimo, pérdida de apetito.
- Letargo y descoordinación.
- Hemorragias y convulsiones espontáneas.
- Inflamación de los ganglios.
- Problemas respiratorios.
- Fiebre, sangrado nasal (Epistaxis), Uveítis.
La Erliquia se diagnostica a través de una analítica de sangre. Puede ser una enfermedad fatal si no se trata de forma rápida y adecuada. El tratamiento se realiza mediante antibióticos, y es necesario realizar analíticas y pruebas diagnósticas hasta asegurarnos de su completa desaparición.
Hepatozoonosis
La Hepatozoonosis, al igual que la Babesiosis, está provocada por protozoos, cuya transmisión produce la picadura de garrapata. Afecta a menudo a animales que ya se encuentran débiles a raíz de otra patología o enfermedad.
Los signos clínicos en animales que sufren Hepatozoonosis pueden ser fiebre intermitente y persistente, adelgazamiento, diarrea, depresión, dolor óseo, paresia (es decir, pérdida incompleta de la movilidad de un músculo o grupo de músculos), parálisis posterior,… y estos signos aparecen y desaparecen cíclicamente.
Enfermedad de Lyme
La Enfermedad de Lyme también es denominada Borreliosis Canina. La causa la espiroqueta Borrelia burdogferi y es transmitida por garrapatas del género Ixodes. Es una enfermedad relativamente poco conocida (fue detectada y descrita en perros por primera vez apenas hace una década) y puede afectar el sistema nervioso central del paciente infectado. En casos graves y crónicos, el pronóstico será reservado.
Los síntomas son depresión, fiebre, anorexia, dolor articular, además de dolor generalizado y cojera intermitente, También puede existir (aunque menos frecuentemente) efusión abdominal (es decir, presencia de líquido libre en adbomen) y linfadenopatía.
Para tratar la Enfermedad de Lyme se usarán antibióticos. El tratamiento puede ser prolongado en el tiempo; se deberán tratar también las afectaciones en el SNC.
Fiebre maculosa de las Montañas Rocosas (RMSF)
La fiebre maculosa es una enfermedad bacteriana (causada por la bacteria Rickettsia rickettsii) que también se puede transmitirse a humanos: para nosotros es potencialmente mortal y produce erupción, dolor de cabeza y fiebre alta.
En perros es una enfermedad también grave: puede afectar a individuos de todas las edades, tamaños y razas. La bacteria que produce dicha enfermedad viaja a través del torrente sanguíneo y se reproduce en las células de los vasos sanguíneos, lo que provocará problemas de inflamación y contracción en dichos vasos.
Los síntomas, entre otros, son similares a los de otras infecciones:
- Vómitos, fiebre, diarrea.
- Letargo, hinchazón en piernas o cara.
- Tos, disminución del apetito.
- Dolor muscular y en las articulaciones.
- Aumento de la temperatura corporal.
Es una enfermedad complicada de diagnosticar solo a partir de sus síntomas. Se deberán realizar analíticas de sangre (incluyendo conteo sanguíneo completo de glóbulos rojos y blancos), orina y radiografías.
Ya que la RMSF está causada por una bacteria, se usan antibióticos para tratar esta enfermedad. En caso de perros, de no tratarse, puede ser una infección también mortal.
¿Es peligroso el contagio a través de la picadura de garrapata?
Como habrá podido leer en este artículo, algunas de las enfermedades que se producen por el contagio mediante picadura de garrapatas son graves, incluso mortales; además existe el peligro de su trasmisión a humanos. El control de las garrapatas y otros parásitos externos (pulgas, mosquitos, piojos…) e internos se realiza a través de la desparasitación, o sea, la administración de productos y fármacos que los eliminan.
En el caso de garrapatas, una vez estas ya estén adheridas a la piel, será necesaria su eliminación manual. Si posteriormente se presenta cualquier síntoma como los descritos anteriormente, será necesario acudir a un veterinario.
En SURvet contamos con el personal especializado en veterinaria para atender a su mascota rápidamente. Puede contactar con nuestro equipo médico a través del teléfono +34 934 594 500.