El #CasoSURvet del que hoy os hablamos, es el de Wanda, una entrañable gatita de raza Bosque de Noruega, de un año de edad. Llegó a urgencias en estado de shock después de caerse desde un tercer piso.

Presentaba hemorragia nasal, estaba desorientada, sin movimiento en sus patas y respiraba con dificultad.

En seguida, le implantamos fluidoterapia de choque con volumen controlado, oxigenoterapia y analgésico. Al presentar un cuadro de traumatismo craneoencefálico debido a la caída, le administramos el tratamiento específico para reducir el edema intracraneal.

Wanda se recuperó del shock y recobró la consciencia, pero sus extremidades, sobre todo las delanteras, continuaban inmóviles. No conseguía orinar por sí sola y, por descontado, no se mantenía en pie. También persistían algunas alteraciones en los pares craneales (se trata de nervios que parten de la base del cerebro).

Para poder hablar de un diagnóstico y un pronóstico, realizamos una resonancia magnética que nos confirmó la presencia edema (hinchazón de los tejidos blandos causado por acumulación de líquido) y contusión en la médula espinal a nivel de las primeras vértebras cervicales y en la musculatura de la zona.

Al descartar cualquier tipo de lesión vertebral ni en los discos intervertebrales (son almohadillas gelatinosas que separan las vértebras de la columna), la opción más adecuada era la de esperar y darle la oportunidad de que fuera recuperándose, con pronóstico reservado. Dada su edad y la leve mejora observada cada día, éramos optimistas en cuanto a su recuperación.

Nos preocupaba mucho que ella no fuese capaz por sí sola de controlar el esfínter uretral, ya que para que orinara le teníamos que ayudar manualmente.

Los traumatismos craneoencefálicos y espinales, pueden afectar a animales de cualquier edad. Y ahora, en primavera, que abrimos las ventanas, ¡vigilemos!, que, sobre todo los gatos, persiguen insectos, pájaros, etc. y acaban cayendo por el balcón, como ha sido el caso de Wanda 🙁

Os mostramos un vídeo para que veáis la recuperación tan espectacular que ha tenido y unas imágenes de la resonancia en donde se puede ver su lesión espinal.

Afortunadamente y poco a poco, Wanda, con ayuda de su familia, se ha ido recuperando hasta casi la normalidad absoluta.

¡Estamos muy contentos de su progresión y del valor demostrado por todos los de su alrededor al luchar por ella! ¡Felicidades!

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