La Hipertensión es, por definición, en medicina, el término que usamos para hablar de la elevación de la presión arterial. En este artículo, el equipo de SURvet definiremos las causas y diagnóstico de esta patología cuando se da específicamente en gatos.

La Hipertensión puede provocar daños en los órganos internos de nuestro animal de compañía, sin que apenas existan síntomas. Por eso es importante saber qué es y, sobre todo, como identificar y actuar ante la presión arterial alta en gatos.


¿Cómo se mide o toma la presión y qué se considera tensión arterial anormal en un gato?

En primer lugar debemos saber que es posible e importante medir la presión arterial felina. Realizar una medición no es tan fácil en medicina veterinaria como en humana. En felinos es más complicado hacerlo debido a la disposición de sus órganos y a la escasa intensidad de su onda de pulso.

Existen métodos invasivos y métodos no invasivos para la toma de presión arterial. Estos últimos, más sencillos en su uso, ofrecen valores de medición confiables. Nuestro equipo veterinario, a través de un Doppler o del método oscilométrico o fotoplestimográfico, podrá obtener en una visita los valores de presión arterial de nuestro gato y detectar cualquier anomalía.

Es recomendable realizar entre 5 y 7 lecturas (con una variabilidad del 20%) para obtener valores fiables.

Presión arterial media, sistólica y diastólica en gatos

La presión arterial es el valor de la fuerza de la sangre cuando es empujada contra las paredes de las arterias gracias al latido del corazón, que la bombea a través del sistema circulatorio. Cuanto más fuerte late el corazón, más alta es la presión. A la presión arterial que se produce cuando el corazón bombea sangre le llamamos presión sistólica (PAS).

Cuando nuestro gato se encuentra en reposo y los latidos son más lentos, la presión arterial (PA) baja. Esto es la presión arterial diastólica (PAD).

Al realizar una lectura de la presión arterial de nuestro gato usamos estos dos valores (PAS y PAD) y, mediante una fórmula, obtenemos la presión arterial media (PAM). Este valor siempre se aproximará más a la presión arterial diastólica. Como norma general, el valor sistólico (PAS) se coloca antes del valor diastólico (PAD). Así pues, 120/80 se interprestará como una presión sistólica de 120 y una diastólica de 80.

Presión arterial felina

  • La presión normal en gatos que no están sometidos a sedación deben ser:
    • Entre 120 y 180 mmHg de presión arterial sistólica (PAS).
    • Entre 100 y 150 mmHg de presión arterial media (PAM).
    • Entre 60 y 100 mmHg de presión arterial diastólica (PAD).
  • Valores superiores a 160 mmHg de PAS y/o 100 mmHg de PAD (obtenidos en repetidas mediciones realizadas, evidentemente, siempre de forma correcta) pueden ser considerados hipertensión arterial (HTA).
  • Valores a partir de 180 mmHg de PAS se consideran hipertensión grave y requerirán evaluación y tratamiento inmediato.

¿Qué causa la hipertensión felina?

La tensión alta en gatos suele aparecer como consecuencia de otra enfermedad que afecta a la salud del felino. La causa más habitual de hipertensión es el sedentarismo y el sobrepeso de nuestro animal doméstico. Los animales mayores son más propensos a padecer hipertensión, por lo que el protocolo de exploración de los mismos debería incluir la medición sistemática de la presión arterial.

Asimismo, en función del origen de la hipertensión del gato, podemos dividir la hipertensión en tres tipos:

  • Hipertensión primaria (o idiopática)no suele estar relacionada con la presencia de otras enfermedades. Su causa no se conoce específicamente, por lo tanto se relaciona con la genética del animal. Se calcula que entre un 13% y un 20% de los gatos hipertensos sufren hipertensión idiopática.
  • Hipertensión secundaria: el problema de presión arterial se debe a otra enfermedad, como por ejemplo Diabetes o daño renal.

Además de la Hipertensión primaria o secundaria, también pueden darse episodios de presión arterial puntualmente alta, debido a momentos de miedo o estrés/excitación del gato (como el que se puede dar durante una visita al veterinario). La presión alta puntual no debe considerarse Hipertensión como tal, ya que no se prolongará en el tiempo y no comportará necesariamente efectos negativos.

Efectos peligrosos de la hipertensión en el gato

La hipertensión en gatos puede ser muy peligrosa debido a los efectos que puede provocar en los órganos este problema de salud.

En los ojos

La tensión alta en gatos puede provocar hemorragias intraoculares, desprendimiento o inflamación de la retina e incluso pérdida de la visión, habitualmente irrecuperable.

En el cerebro y el sistema nervioso

La hipertensión en gatos puede producir problemas en el sistema neurológico del animal. Por ello, el felino tendrá comportamientos raros, tambaleos al andar y puede llegar a sufrir demencia, convulsiones e incluso entrar en coma.

En el corazón

Cuando existe Hipertensión, al corazón le cuesta más trabajo bombear la sangre, afectando especialmente al ventrículo izquierdo. Uno de los efectos de la hipertensión arterial sistemática severa en gatos es el fallo cardiaco congestivo, que se manifiesta en nuestro animal doméstico en letargia (disminuya su actividad y aumenta su somnolencia) y problemas respiratorios.

En los riñones

La insuficiencia renal crónica es la enfermedad que más comunmente se asocia a los gatos con una presión arterial alta. Además, como hemos visto antes, es muy frecuente que los felinos que sufren este problema de riñones tengan hipertensión.

Cómo saber si un gato sufre hipertensión?

Como hemos explicado anteriormente, la Hipertensión, por norma general, suele manifestarse como consecuencia de otra enfermedad de base. Por lo tanto, los pacientes afectados presentarán probablemente síntomas asociados a la enfermedad subyacente. En muchas ocasiones los propietarios acuden al veterinario cuando los síntomas son graves y se produce, por ejemplo, ceguera súbita o hemorragias oculares.

El diagnóstico precoz evitará daños en los órganos. Por ello, es fundamental que, ante el menor síntoma, se acuda a un veterinario de urgencias como SURvet.

¿Cuáles son los síntomas principales?

Esta es una lista de los síntomas asociados a la hipertensión que nos deberían poner en alerta:

  • Rechazo de la caja de arena.
  • Hiperactividad y nerviosismo.
  • Cambios en las conductas básicas: defecaciones en lugares extraños y sangre en la orina.
  • Tristeza y apatía.
  • Sangrado nasal.
  • El gato se oculta.
  • Pérdida repentina de peso y apetito.
  • Ceguera, ya sea temporal o permanente.
  • Hemorragia del globo ocular y dilatación de las pupilas.
  • Movimientos extraños y constantes del ojo.
  • Parálisis temporal de las extremidades.
  • Enfermedades cardíacas y convulsiones.
  • Aumento de tamaño de los riñones.

En los casos más severos, el mínino puede mostrar una hipersensibilidad a la luz y problemas de movimiento. Además, le puede costar coordinar los movimientos y sufrir desorientación.

¿Se puede tratar o prevenir la hipertensión felina?

Al igual que pasa con las personas, la prevención es el mejor tratamiento para evitar la tensión alta en gatos. Lo más recomendable es realizar visitas periódicas al veterinario para controlar la salud de nuestra mascota y medir su presión arterial periódicamente.

  • En gatos sanos de 3 a 6 años de edad es recomendable la medición de la tensión arterial cada 12 meses.
  • En gatos sanos seniors de 7 a 10 años de edad se necesario medir la presión arterial al menos cada 12 meses.
  • En gatos sanos geriátricos a partir de 11 años de edad la medición es necesaria cada 6 – 12 meses como máximo.
  • En cualquier gato con factores de riesgo como hipertiroidismo, insuficiencia renal, etc… la medición es recomendable cada 3 – 6 meses.

La Hipertensión no se puede evitar al 100%, pero una vida activa y saludable son el mejor método para prevenirla. En gatos, además, un ambiente tranquilo, buena alimentación y estimulación ambiental y juego ayudarán a que nuestro gato esté fuerte y sano.

Una vez se sufre esta patología, para tratarla lo más importante es saber si la hipertensión se presenta como causa de una enfermedad secundaria o si es de tipo primario. Para ello, lo más recomendable es acudir a un especialista que pueda ayudarnos.

Deberíamos sospechar de hipertensión en cualquier felino que presente insuficiencia renal crónica, enfermedad cardiaca o hipertiroidismo. Por lo tanto, si la hipertensión ha sido provocada por otra enfermedad, primero hay que solucionar el origen. 

Pronóstico del gato con hipertensión

El pronóstico depende del tipo de hipertensión del animal y cómo le ha afectado.

Cuando hablemos de hipertensión primaria (es decir, no exista una enfermedad de base que causa la presión alta) es probable que podamos conseguir un control adecuado de la hipertensión y evitar complicaciones, como las lesiones oculares y que los problemas no vayan a más.

Normalmente, los gatos con hipertensión y ceguera puede vivir, gracias a un tratamiento antihipertensivo, varios años con una buena calidad de vida.

Si la hipertensión es de tipo secundario, el pronóstico dependerá de la gravedad de la enfermedad que provoca la tensión alta. Los gatos que sufren insuficiencia renal crónica y que sufren también hipertensión suelen tener un pronóstico peor que los que sufren de una patología como hipertiroidismo, que es tratable.

En todo caso, si nuestro gato es diagnosticado de Hipertensión, lo más importante es realizar mediciones periódicas de la presión arterial para prevenir afectación severa en ojos, sistema nervioso, riñones… e identificar y tratar la enfermedad que la provoca, si la hipertensión fuera de tipo secundaria.

En SURvet contamos con un equipo de veterinarios que, en caso de que observe síntomas asociados a la Hipertensión, atenderá a su mascota rápidamente. Puede contactar con nuestro equipo médico a través del teléfono +34 934 594 500.

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