La anemia hemolítica en perros es una patología con la que nos encontramos de forma poco frecuente en SURvet, pero que requiere muchos cuidados. Puede llegar a ocasionar la muerte del paciente si no se detecta a tiempo y se trata. Es por eso que, en este artículo, nuestro equipo veterinario les facilitará información sobre su identificación y diagnóstico.

¿Qué es la anemia hemolítica y qué la causa?

La anemia hemolítica se define como la disminución del número de glóbulos rojos circulantes debido a la destrucción de los mismos, ya sea por funcionamiento anormal del sistema inmunitario que reconoce como cuerpos extraños a los eritrocitos y los destruye, como por efecto de sustancias tóxicas exógenas o endógenas o problemas del metabolismo.

Debemos recordar que los glóbulos rojos son las células encargadas de transportar el oxígeno por todo el cuerpo y los órganos. Por lo tanto, la salud de un paciente que sufra esta patología, puede correr peligro si no se trata a tiempo.

¿Qué puede causar la anemia hemolítica canina?

Las causas más habituales que provocan este tipo de alteración en el número de eritrocitos en los perros son las siguientes:

1. Causas hereditarias

Como en muchas otras enfermedades, esta anemia puede tener causas genéticas. Y puede darse ya en el momento del nacimiento o aparecer al cabo de unos años.

2. Infecciones sistémicas o presencia de parásitos sanguíneos

La anemia hemolítica también puede deberse a la reacción del sistema inmunitario a infecciones en la sangre, en respuesta al intentar hacer frente a bacterias, de hongos, virus y parásitos sanguíneos.

3. Reacción a fármacos o ingestiones de agentes químicos

La anemia hemolítica también puede darse como reacción secundaria a una ingesta de fármacos, como por ejemplo Paracetamol.

4. Hipofosfatemia

Que es un trastorno hemático que consiste en una concentración demasiado baja de fosfato en la sangre y que también provoca anemia hemolítica.

¿Cómo sé si mi perro sufre anemia hemolítica? ¿Cómo se diagnostica?

Algunos de los síntomas que podemos observar en un perro que sufre anemia hemolítica son:

  • Debilidad, apatía y fatiga. Esto ocurre porque el transporte de oxígeno al cerebro disminuye.
  • Resistencia a realizar actividad físicajugar.
  • Palidez (decoloración) en encías y lengua.
  • Ictericia. Los ojos y la piel del perro pueden volverse amarillentas, debido al aumento de niveles de bilirrubina. Este aumento de bilirrubina también puede conllevar un oscurecimiento de la orina.
  • Taquicardia, ya que el corazón intenta aumentar la cantidad de pulsaciones para que la sangre llegue a los tejidos y al cerebro, y lo hace en una situación de disminución de estas células. Por lo tanto, el organismo del perro acelera el ritmo del corazón.

Además, si nuestro perro sufre anemia hemolítica, podremos observar pérdida del apetito, desánimo, diarreas o vómitos y una aceleración de la respiración, y será necesario acudir a nuestro veterinario inmediatamente.

La desintegración (hemólisis) de los eritrocitos puede producirse de forma intravascular (la membrana celular del mismo ha sido dañada), o extravascular (cuando son el bazo e hígado los que degradan los glóbulos rojos). Esta clasificación fisiopatológica del tipo de hemólisis es importante.

El tratamiento de la anemia hemolítica variará en función de la causa

  • Si la enfermedad de base es de tipo infeccioso, se deberá tratar la infección, además de controlar el proceso hemolítico con inmunomoduladores.
  • Si la hemólisis es intravascular, el pronóstico es más reservado.
  • Si es extravascular, además de aplicar terapia inmunomoduladora (es decir, medicación que bloquea algunas funciones del sistema de defensa del cuerpo), siempre existe la opción de extirpar el bazo, dado que se considera órgano implicado o responsable de la hemólisis.

Para llevar a cabo diagnóstico definitivo, además de la analítica sanguínea general, se realiza una estudio completo del hemograma y se realizan pruebas donde se demuestre la aglutinación de los eritrocitos.

También se puede realizar un test de antiglobulina de Coombs, que demuestra el origen inmunomediado del proceso, aunque esta prueba puede revelar tanto falsos positivos como falsos negativos.

¿Tiene cura la anemia hemolítica en perros?

En función del momento de detección de la patología, del grado de anemia del paciente y de la causa que la provoque, la cura de esta enfermedad será, evidentemente, más o menos viable.

Ante un caso de anemia hemolítica severa, lo primero que deberemos conseguir es estabilizar al paciente a través de la administración de terapia intravenosa de fluidos. El tratamiento de soporte con fluidoterapia será necesario para asegurar corregir los desequilibrios electrolíticos y garantizar la correcta perfusión de los órganos.

Si el diagnóstico apunta a la anemia hemolítica inmunomediada, se administrarán medicamentos inmunosupresores. Existe un protocolo veterinario claro de actuación frente a este proceso en el que se llegan a administrar hasta tres fármacos inmunomoduldores a la vez.

Siempre debemos tener presente que no debemos administrar ninguna medicación a nuestro perro o gato sin consultar antes con el veterinario. Como en otras patologías, -pero más aún en este caso-, algunos fármacos pueden empeorar los síntomas y agravar la enfermedad.

Las anemias severas pueden requerir una (o varias) transfusiones sanguíneas. Por lo tanto, requerirán hospitalización.
Las transfusiones se deben realizar si el hematocrito disminuye por debajo de valores compatibles con la vida, pero hay que tener en cuenta que, si es necesario transfundir, hay un riesgo asociado, dado que la sangre transfundida, aunque sea del mismo grupo sanguíneo, siempre será añadir más “elementos extraños” al organismo del paciente.

Le recomendamos leer el caso de Kira, el #CasoSURvet de una simpática perrita que, en 2019, ingresó en nuestro centro con Anemia hemolítica.

Pronóstico de vida para los perros que sufren anemia hemolítica

El pronóstico para los casos de anemia hemolítica es reservado. Existe un 30-40% de mortalidad, incluso pautando el tratamiento correcto, ya que existen frecuentes y severas complicaciones asociadas a esta enfermedad, como los  tromboembolismos pulmonares y problemas hepáticos o renales. Además, es posible que un paciente que sufre anemia hemolítica no responda al tratamiento.

Por lo tanto, ante la más mínima sospecha, es importante acudir rápidamente a nuestro veterinario.

En caso de que observe síntomas o problemas que, después de leer esta publicación, puede relacionar con una Anemia hemolítica, en SURvet contamos con un equipo de veterinarios que le atenderá rápidamente y elaborará un diagnóstico. Puede contactar con nuestro centro a través del teléfono +34 934 594 500.

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